La humanidad ha buscado adorar lo que puede comprobar por medios físicos, algo o alguien para identificarse; a saber, el sol, la luna, un animal o, un hombre con algunas capacidades extras. El punto en cuestión, es que al no poder dar explicación a su existencia, el vacío formado por tantas e insistentes preguntas, se propone más incómodo e inmanejable, a la medida en que no se quiere reconocer que las respuestas se hayan más allá de lo visible, palpable y, demostrable.
Romanos 1:20 Reina-Valera 1960
20 Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
2 Corintios 4:18
18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Juan 4:24
24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.