Civilizaciones perdidas en el tiempo y el espacio, grandes conflagraciones y catástrofes de la humanidad, registradas como testigos mudos en el subsuelo de la tierra, respaldan las afirmaciones declaradas en una biblioteca llamada Biblia. Solo basta consultar algún trabajo o hallazgo de la arqueología, para comprobar que todo lo afirmado por el sabio libro fue cierto; incluso, los mismos descubrimientos, fueron encaminados por ella.
En asuntos espirituales, liberación del alma y sanidad en una mente atormentada, los que pueden dar testimonio; en el tiempo antiguo o actual, son los mismos que objetivamente determinaron un pequeño y constante tiempo de su vida, para cerciorarse del poder, el espíritu y la vida que contiene.
Juan 6:63 Reina-Valera 1960
63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Hebreos 4:12
12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Éxodo 14:9,22-27
9 siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.
22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.
23 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo.
24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios,
25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios.
26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.
27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.