El más hermoso, valioso, santo y puro, entre los hijos de los hombres, fue vendido por 60 dólares aproximadamente; este fue el valor material que significó para una mente reprobada, envanecida y desesperadamente materialista. 600 dólares, fue el precio del perfume de nardo puro que derramó sobre el cuerpo de aquel Hijo de Dios, una mujer arrepentida, humillada en adoración y sinceridad; ungiéndolo así, y preparándolo para su sepultura.
Se escriben libros acerca de Él, de su vida y ministerio, lo anuncian a través de la música; costosos y aparentes púlpitos, adornados de interminables oratorias. Para cada ser humano existe un significado del Cristo; sea material o espiritual, y esto es lo que proclama, ya sea con actitudes o palabras.
1 Corintios 2:4-5 Reina-Valera 1960
4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Filipenses 1:15-18
15 Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. 16 Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; 17 pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. 18 ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.