A la pregunta de un pequeño niño, su padre le respondió: imagínate que una golondrina, tuviese la capacidad de no morir; entonces, decide trasladar la tierra hacia la luna, llevando en su pico un pedacito del tamaño de un grano de arena, por cada viaje. El tiempo utilizado en ir y volver, es de tres meses.
Cuando logre transportarla totalmente, habrá pasado un segundo de la eternidad.
¿Se acerca esta explicación a la verdadera e impresionante medida del “tiempo” en la eternidad?
¿Qué podrías empacar para este largo e interminable viaje?
Apocalipsis 21:4 Reina-Valera 1960
4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Apocalipsis 22:5
5 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.