¡Sino eres parte de la solución del problema, no intervengas!, exclamaron en medio de un altercado.
En la cultura latina, algunos acostumbran entrometerse en riñas o peleas callejeras, y hablar sin ser testigo de lo que causó una disputa, es normal; las opiniones imprudentes con respecto a la personalidad y comportamientos de alguien, son frecuentes y divertidas para muchos; pero en cambio, estar en paz consigo mismo y con los demás, requiere de una actitud positiva, prudente, razonable, de respeto y consideración hacia la reputación y dignidad del otro.
Grandes amistades, relaciones sentimentales y trabajos en pro del crecimiento espiritual para salvación de muchos, han sido estropeados por un simple comentario sin sentido o malicioso; además, te demoras muchos años en edificar una relación de amigos, pero tan solo necesitas de un solo instante para derrumbarla; así como un alto edificio, es destruido en cuestión de segundos.
Un buen consejo: sino sabes nada malo de alguien, no lo inventes, si lo sabes y es cierto, no lo divulgues, y si lo sabes y es público, ¿para qué lo repites?
Proverbios 26:17 Reina-Valera 1960
17 El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno
Es como el que toma al perro por las orejas.
Eclesiastés 3:7
7 ... tiempo de callar, y tiempo de hablar;
Proverbios 17:28
28 Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;
El que cierra sus labios es entendido.
Mateo 5:9
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Proverbios 6:16-19
16 Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
18 El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
19 El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos.