Se comparte el amor, pero con la exigencia de pedirlo y recibirlo primero; es la consigna de la sociedad materialista que como convivencia, manifiesta egolatría y un desmedido autocuidado. Para poder “amar”, requieren ser amados, valorados y comprendidos, sin el más mínimo intento de nagarse así mismos y considerar como prioridad la tristeza y necesidad del otro. Consideran el amor, como un objeto que satisface sus egoístas deseos; formando así, una limitada, pobre y manipuladora relación.
Existió un humilde y puro hombre, que convivía con la paz, la libertad y el sosiego; rodeado de ilimitadas riquezas y poder, en habitación inefable e inimaginable. Hermoso y en sus caminos, perfecto; quien dejó todo por los que no lo merecían.
Romanos 5:8 Reina-Valera 1960
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Filipenses 2:5-7
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
1 Juan 4:19
19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.