Ya que existe tolerancia en el castigo eterno, me preguntaba: ¿qué tipos de comportamientos que infringen la ley de Dios, son dignos de un castigo más severo que otros? Debes considerar que a la medida del conocimiento y la relación con Dios, el juicio será más estricto para los que le conocieron y disfrutaron de sus grandes misericordias y constante perdón.
En la actualidad, los comportamientos opuestos a la verdad, son altamente influenciados por equipos electrónicos de impresionante tecnología y especializados en comunicaciones; uno de ellos, talvez el más utilizado en el mundo entero, es el celular; con este, puedes acceder a cualquier tipo de información o diversión. Lo que años atrás, era imposible imaginar, ahora lo puedes encontrar fácilmente en tu camino.
Desde allí, puedes interactuar con lo más destructivo y malo o con lo más edificante y bueno para el alma; esto nos conduce a la pregunta: ¿para qué o cómo utilizas este recurso? Nunca puedes olvidar que en este, tanto como en el computador, encontrarás ¡un mundo de maldad!
Mateo 10:14-15 Reina-Valera 1960
14 Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
15 De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.
Hebreos 10:26-27
26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
27 sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Santiago 3:5-6
5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
Eclesiastés 1:8
8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.
1 Corintios 10:23
23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.