Dos pequeños amigos de tres y cuatro años, aprovechando que la fuerte lluvia había formado un pequeño arroyo en la calle, construyeron dos embarcaciones de papel, y colocándolas sobre el agua, las siguieron con cuidado y risas; hasta que al llegar al desagüe de una alcantarilla, los dos barcos quedaron en peligro de perderse por la corriente, al entrar en medio de las pesadas varillas que formaban la rejilla. vociferó con preocupación el menor: ¡levantemos la cubierta y rescataré las naves! Cuando lograron abrirla, el mayor tomó su juguete; pero de forma incomprensible, retiró la mano con la que ayudaba a sostenerla, cayendo brutalmente sobre uno de los dedos de su amigo; aquel, en medio de su impotencia, huyó del lugar.
Con la ayuda providencial de Dios, el niño ya herido, pudo levantar la rejilla; mirando con impresión su dedo que pendía de un pedazo de piel, corrió a su casa y en el baño, ¡de manera increíble! Unió y envolvió su diminuto dedo en papel higiénico, para nunca contarlo a su familia. Días después, esta parte de su cuerpo, quedó completamente normal; y cuando llegó a ser joven, ingresó a la facultad de medicina.
¡¡¡Admirables los dones dados por el Altísimo y perfecto Creador!!!
Salmos 139:16 Reina-Valera 1960
16 Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.
Proverbios 2:6
6 Porque Jehová da la sabiduría,
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
Efesios 4:8
8 Por lo cual dice:
Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres.