Jugaba el niño, en lo espeso de la selva, con una serpiente venenosa, conocida como mapaná; con una pequeña rama, hacía que inclinara su peligrosa cabeza, pero muy extrañamente, no abría su boca para morderlo. Injustamente, el animal fue sacrificado por su padre.
El joven sobrepasó la cerca que separaba a los espectadores del joven e inmenso león, para tocar su abundante cabellera; después del vocifereo y asombro de los presentes, salió y se escabulló en medio del zoológico.
Un endemoniado que hacía pedazos grillos y cadenas, se arrodilló ante el Gran Maestro; el Hijo del Altísimo.
La pureza, la paz interior y mucho más, el Poder de Dios, te dan privilegios y protección ante el peligro o las dificultades con los hombres.
Marcos 16:17-18 Reina-Valera 1960
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Hechos 28:3-5
3 Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. 4 Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. 5 Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.