El amor de pareja, tiende a ser alimentado, desde la ilusión y la pasión; el cortejo, que debería apoyarlo en el largo y precioso camino que transita, erróneamente es nutrido por falsas imágenes, formas manipulantes, comportamientos fraudulentos e ideales, que ausentan la verdad y la sinceridad; haciendo turbia e indescifrable una expresión, que desde el alma, anhela surgir para calmar las violentas tempestades de la vida y del carácter.

Lo que debería ser un manantial de paz en la relación, ha tomado el aspecto de un fantasma oscuro y rebelde, con la intención de alejar y destruir el más mínimo sentimiento de afecto y cuidado que aún lucha por sobrevivir.

1 Corintios 13:4-8 Reina-Valera 1960

4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser;