Si estás ahí, conmigo, cuando otros partieron, me sentiré fielmente acompañado; si allí permaneces, cuando el orgullo desea confundirme y apartarme de ti, descansaré humilde y confiado en tus brazos.

Si no me abandonas en medio del conflicto, miraré con seguridad mi vida en paz y sosiego; si a mi lado persistes, cuando el egoismo de aquel en quien he confiado me agobia y desvela, dormiré tranquilo. Si me tomas de la mano, al imaginarme el futuro incierto y oscuro, a tu lado caminaré firme, contemplando tu luz; si al llorar porque mi alma no soporta la angustia, la abrazas, sentiré libertad en mi ser.

Si en la aflicción de mi cuerpo, siento tu mano pura y fiel, me levantaré por tu poder.
Por todo esto y mucho más, estoy convencido que si te encuentras a mi lado, todo estará, ¡perfectamente bien!

Salmos 73:25 Reina-Valera 1960

25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

Salmos 4:8

8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

Salmos 91:15

15 Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.

Salmos 23:4

4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Salmos 42:1-2

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?