Un joven preguntó al astrónomo Galileo Galilei, ¿cuántos años tiene? Y el científico contestó, después de pensarlo unos segundos: “tengo 16 años”; porque pasaron 60 años de mi vida y quedan 16 por vivir.
Aunque no fue exacto en su “pronóstico”, su respuesta nos debe llevar a poner seria y responsable atención a nuestra edad; no “tenemos” lo que ya transitamos por la tierra, sino lo que Dios quiere que permanezcamos en ella.
¿Cuánto viviste? Sería entonces la pregunta adecuada.
Salmos 103:15-17 Reina-Valera 1960
15 El hombre, como la hierba son sus días;
Florece como la flor del campo,
16 Que pasó el viento por ella, y pereció,
Y su lugar no la conocerá más.
17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,
Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
Santiago 4:14
14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
Salmos 90:9-10
9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
Acabamos nuestros años como un pensamiento.
10 Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.