Creyente en Dios, admirado y reconocido, fue el talentoso piloto de fórmula uno, quien fuera campeón, pero que no escuchó el claro mensaje que desde lo alto se le envió: en la misma carrera en la que competía un sábado, otro piloto se estrelló y falleció; al día siguiente, después de un accidente múltiple en el inicio de la competencia, en el que resultaron varios espectadores heridos y después de reiniciado el circuito, colisionó aquel conductor del veloz y mortal auto.
Dos señales o avisos auténticos de la fidelidad del Señor, para que alguien reaccionara y dejara lo que, a la postre, lo condujo a la destrucción de su vida. Él habla de muchas maneras: en momentos de éxtasis, por medio de los sueños o en circunstancias que debemos analizar para encontrar en ellas, la voz divina.
Números 22:27-28 Reina-Valera 1960
27 Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo.
28 Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?
Job 33:14-18
14 Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios;
Pero el hombre no entiende.
15 Por sueño, en visión nocturna,
Cuando el sueño cae sobre los hombres,
Cuando se adormecen sobre el lecho,
16 Entonces revela al oído de los hombres,
Y les señala su consejo,
17 Para quitar al hombre de su obra,
Y apartar del varón la soberbia.
18 Detendrá su alma del sepulcro,
Y su vida de que perezca a espada.
Hechos 10:9-12
9 Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.
10 Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis;
11 y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra;
12 en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo.