Muchas personas son aficionadas a comer bien y apreciar la buena comida; sushi, caviar, los mejores asados o exquisiteces en frutas sin número, gastan grandes cantidades de dinero por un excelente y exótico plato. Alrededor de una mesa colmada por gran variedad de alimentos, se hacen negocios, se maquina el horror de la maldad, se miente, se aparenta la “autosuficiencia” del poder material; y hasta en cuestiones “espirituales” (ágape), se humilla al que poco a nada tiene, con la desaforada abundancia.

Por un rico guiso rojo, se vendió la más deseable primogenitura que haya existido en la tierra y por medio de aparentes comidas, dieron muerte a grandes personajes de la historia. Pero también, se honró la voluntad de Dios, al compartir de una muy escasa alacena.

Proverbios 17:1 Reina-Valera 1960

17 Mejor es un bocado seco, y en paz,
Que casa de contiendas llena de provisiones.

Lucas 16:19-21

19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,
21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.

1 Reyes 17:13-14

13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.