Dios, Nada Antes de Él

Juan Diego Jaramillo | 8 de mayo de 2021

Dogmatizar que la existencia de la materia es eterna, y que la vida y el armonioso universo surgieron espontáneamente de ella como resultado de la casualidad no INTELIGENTE y no CONSCIENTE, contradice dos leyes de la ciencia moderna: La segunda ley de la termodinámica y la ley de la biogénesis.

La segunda ley de la termodinámica sustenta el principio de la degradación de la energía. ¿Cómo se explica esto? Veamos: La energía del universo físico cuantitativamente no varía; se conserva en su totalidad. Pero como toda actividad de la naturaleza exige cambio o transformación de energía, cada día, se hace menos la cantidad de energía disponible. Sabemos que la tierra recibe casi toda su energía del sol; pero la energía que el sol emite, continuamente se transforma en el espacio en energía calórica no recuperable. Por lo tanto, es sensato concluir, que el día vendrá cuando el sol, por cuanto en ninguna parte del universo se está creando más energía utilizable, se consumirá; y, consecuentemente ya no habrá más existencia en la tierra ni luz en las estrellas.

La Biblia también, al comparar la transitoriedad de los cielos y la tierra con la eternidad de su Creador, sugiere la degradación de la energía. Leamos: “afirmaste la tierra desde el principio; tú mismo hiciste el cielo; todo ello dejará de existir, pero tu permaneces firme. Todo ello se gastará como la ropa; ¡tú lo cambiarás y quedará cambiado, como quien se cambia de ropa! Pero tú eres el mismo; tus años nunca terminarán”. (Salmos 102:25-27 Reina-Valera 1960).

Ahora, si el universo se está gastando, debe aceptarse que no ha existido siempre; tuvo un comienzo con un propósito determinado. ¿Por qué, pues, no aceptar el relato del Génesis sobre la creación, partiendo de su primer versículo: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1 Reina-Valera 1960)?

Por otro lado, la ley de la biogénesis afirma que la vida solo puede provenir de la vida ya existente; y esto concuerda con la Biblia que declara que Dios es el dador de la vida; y que solo de Él, ha salido todo. Nadie podrá explicar a satisfacción el origen de la vida a menos que acepte la existencia del Creador.

Para los materialistas, el hombre con su inteligencia, su conciencia moral y su espiritualidad, es solo producto de lo que ellos llaman el desarrollo natural de la materia. Nosotros consideramos más racional admitir que una inteligencia (Dios) creó la materia, la vida y al hombre dotado de inteligencia, moralidad y espiritualidad. Todo el que se de a la tarea de buscar evidencias sobre la existencia de Dios, descubrirá que es más racional aceptarlo que negarlo.

© 2021 We Fly Soon