La tendencia de muchos, es recordar lo malo y olvidar con facilidad las buenas acciones de los demás; existe una gran probabilidad que sea una manera hábil para desviar la atención y, de esta manera, detener la posibilidad de ser señalados o juzgados. dicha actitud, podría llevar casi, inevitablemente, a un envanecimiento o cauterización de la conciencia con respecto al comportamiento del que no se desea tratar; en otras palabras, no tienen interés en ser desatados de sus "pecados ocultos".
Otra posibilidad, es que la costumbre de experimentar situaciones con un ambiente de maldad, negativismo o sospechas, los obliga a considerar que su entorno, también se encuentra turbio.
"El ladrón, juzga por su condición"
Juan 6:60-67 Reina-Valera 1960
60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?
64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
Mateo 26:55-56
55 En aquella hora dijo Jesús a la gente: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.
56 Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.
Salmos 19:12-13
12 ¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
13 Preserva también a tu siervo de las soberbias;
Que no se enseñoreen de mí;
Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.