"Por la mañana yo dirijo mi alabanza, al Dios que ha sido y es mi única esperanza", "gracias por el día tan lindo de hoy, gracias por la vida y la salud"; frases de dos hermosos coros que muchas veces hemos dedicado al Dios Omnipotente. Y es que no solo deberíamos agradecerle, también alabarle por las incontables bendiciones recibidas, inmediatamente abramos nuestros ojos.

Por la maravillosa oportunidad de ver de nuevo a nuestros hijos con salud, por los alimentos que sustentan nuestros cuerpos, por el techo que da abrigo y seguridad en medio del descanso, por el vestido que cubre y proteje de los intensos fríos y, ¡lo más sublime! Por conservar su relación con nosotros.

1 Tesalonicenses 5:16-18 Reina-Valera 1960

16 Estad siempre gozosos.
17 Orad sin cesar.
18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

Romanos 11:36

36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Filipenses 4:6-7

6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Salmos 136:1-3

Alabad a Jehová, porque él es bueno,
Porque para siempre es su misericordia.
2 Alabad al Dios de los dioses,
Porque para siempre es su misericordia.
3 Alabad al Señor de los señores,
Porque para siempre es su misericordia.