Fiel Realidad 

Juan Diego Jaramillo | 27 de junio de 2021

Hace aproximadamente diez años, un siervo de Dios, estuvo por las calles siete días con tapabocas, sin saber que era la voluntad del Todopoderoso que cumplía proféticamente para el tiempo del COVID-19. Las palabras y acciones de los que anuncian y procuran respetar los preceptos del Dios Altísimo, son el reflejo de lo que acontece o pasará en la iglesia o en el mundo.

Es importante resaltar que las debilidades, ataduras, rebeldías e inmoralidades de los creyentes, en algunas ocasiones, son muestra del oscuro presente de sus guías y consejeros; es cierto que la relación con el Padre eterno, es algo íntimo como personal, pero un ejemplo apasionado y devoto, moverá a muchos a una sincera relación con el autor de la vida.

Jeremías 27:1-8 Reina-Valera 1960

En el principio del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:
2 Jehová me ha dicho así: Hazte coyundas y yugos, y ponlos sobre tu cuello;
3 y los enviarás al rey de Edom, y al rey de Moab, y al rey de los hijos de Amón, y al rey de Tiro, y al rey de Sidón, por mano de los mensajeros que vienen a Jerusalén a Sedequías rey de Judá.
4 Y les mandarás que digan a sus señores: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Así habéis de decir a vuestros señores:
5 Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra, con mi gran poder y con mi brazo extendido, y la di a quien yo quise.
6 Y ahora yo he puesto todas estas tierras en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y aun las bestias del campo le he dado para que le sirvan.
7 Y todas las naciones le servirán a él, a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que venga también el tiempo de su misma tierra, y la reduzcan a servidumbre muchas naciones y grandes reyes.
8 Y a la nación y al reino que no sirviere a Nabucodonosor rey de Babilonia, y que no pusiere su cuello debajo del yugo del rey de Babilonia, castigaré a tal nación con espada y con hambre y con pestilencia, dice Jehová, hasta que la acabe yo por su mano.

Hechos 21:10-11

10 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo,
11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.

1 Corintios 11:1

Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.

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