"La unión debe salvarnos, como nos destruirá la división si llega a introducirse entre nosotros". Simón Bolivar.
Aunque el deseo del libertador se hizo realidad en 1821, en la unidad de Venezuela, Ecuador, Panamá y Colombia, esta no duraría mucho; porque en 1831, la separación de estas naciones opacó su célebre pensamiento. En Jesús, la libertad y posterior comunión entre los pueblos, son ciertas; ya que la libertad del hombre no consiste en acuerdos o constituciones frágiles e imperfectas, sino en establecer la paz y la libertad en los corazones; siendo así, es más fácil poner de acuerdo a los hombres a través de la convivencia y la solidaridad.
Los acercamientos de fraternidad en la humanidad, siempre estarán supeditados por la inconstancia y vulnerabilidad del carácter, así como por las creencias y principios morales imperfectos, pasajeros e inconstantes; y aunque la causa revolucionaria de un líder lo conduzca hasta la misma muerte, después de esta, sus ideales no trascienden lejos e impactan poco.
Efesios 2:13-19 Reina-Valera 1960
13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,
16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
17 Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;
18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
Romanos 5:13-17
13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.