Se ha tratado por siglos, dar explicación al origen de las enfermadades, dando como resultado, una gran controversia y variadas opiniones al respecto; existen posiciones más razonables como las que expone la medicina, en conocimiento y aplicación de este. Les comparto hoy, lo que el Libro de los libros o Biblia nos informa al respecto: en ocasiones, el Maestro, perdonó los pecados antes de sanar al enfermo, habló que la fe salva a los enfermos y reprendió una fiebre; en el santo Libro, se habla de un espíritu de enfermedad y Jesús echó siete demonios de una adúltera, cuando le dijo: ve y no peques más.
Podría concluirse entonces, que en algunos casos, la enfermedad si está relacionada con el pecado.
Mateo 9:1-7 Reina-Valera 1960
1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad.
2 Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
3 Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.
4 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.
7 Entonces él se levantó y se fue a su casa.
Lucas 4:38-39
38 Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.
39 E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.
Lucas 13:11-13
11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.
12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.
13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.
Proverbios 3:7-8
7 No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;
8 Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.