Una de las contradicciones más peligrosas y delicadas de algunos líderes religiosos, es poner en duda la majestuosa y poderosa capacidad del Creador para realizar milagros en la actualidad; es fácil creer en Dios, pero aceptar que puede sanar a las personas de cualquier tipo de enfermedad, es algo que requiere compromiso, fidelidad, devoción y humildad ante nuestro Señor Jesucristo. Infortunadamente, colindan con la blasfemia al “explicar bíblicamente” que los milagros, sanidades y liberaciones, no son para el siglo XXI; que tuvieron su propósito en los inicios de la iglesia cristiana. ¡Qué absurda y peligrosa conclusión!
¿Cambiará de metodología, de manera de ser y disposición, el Santo, el Todopoderoso, Dios de los cielos y de la tierra? Categóricamente, ¡NO!
Claramente actúa en ellos, un espíritu de incredulidad; y esta clase de posesión, no sale sino con ayuno y oración.
Marcos 16:17-20 Reina-Valera 1960
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.
Santiago 5:13-15
13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.
14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
Hebreos 13:8
8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Santiago 1:17
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.