La definición sencilla de templanza es: dominio propio.
Realizar o proceder según lo pensado y apoyando nuestro criterio, contradiciendo los designios divinos, sería lo contrario; pero esto, en realidad, va más allá de un simple significado y su posterior contradicción. Si en verdad, amas con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas a Dios, simpre procurarás, en base a este amor, no contrariarlo.
Tener la posibilidad y la facilidad, sin oposición humana, de irte en contra de las disposiciones divinas y no hacerlo, porque honraste el nombre y la dignidad de tu Creador en tu mente, para no desobedecerle, ¡esto es templanza!
Salmos 119:1-5,9-11 Reina-Valera 1960
Alef
Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;
3 Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.
4 Tú encargaste
Que sean muy guardados tus mandamientos.
5 !!Ojalá fuesen ordenados mis caminos
Para guardar tus estatutos!
Bet
9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
10 Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.
11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.