"Levante su mano, quien considere estar listo para partir con el Señor", fue el reto de un domingo, dado por un pastor a una iglesia de 500 personas en Caracas, Venezuela; esperó cinco minutos, y solo una anciana, quien tenía un puesto de comidas rápidas cerca al local de reunión, fue la única que manifestó su seguridad para ir al encuentro de Jesús.
Durante el transcurso de esa misma semana, accidentalmente un camión arrolló el pequeño negocio y con él, a la devota cristiana, para morir de manera casi instantánea. Si en estos momentos te hicieran la misma pregunta, ¿cuál sería tu respuesta?
2 Timoteo 4:7-8 Reina-Valera 1960
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
2 Timoteo 1:7
7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Mateo 24:11-13
11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.