Recién casados se ven felizmente en la anhelada luna de miel, en medio de un lugar paradisíaco sin igual y cálidamente rodeados por el amor que los juntó, hasta que la muerte los separara. ¡Pero increíblemente! De la nada, cual escena de terror, aparece el destructor conflicto para comenzar a devastar lo que con esfuerzo habían logrado.

El motivo: la enamorada mujer, propone a su amado que agradezcan a Dios por haberlos unido en matrimonio; en plena playa, él con tono airado, replica: tienes diez minutos para que definitivamente escojas entre tu Dios y yo. Pasado el tiempo exigido, ella con lágrimas en sus ojos, le responde: te amo mucho, pero amo más a Jesús; dicho esto, fue la última vez que se vieron.

Job 1:20-22 Reina-Valera 1960

20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,
21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

Romanos 11:36

36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Hechos 4:19

19 Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;

1 Corintios 7:14-16

14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.
16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?